Lo que realmente me hubiese gustado decir...

El 2 de mayo de 2005 escribí lo siguiente:
Ya mañana comienza la quimio, estoy nerviosa (lógicamente porque es algo nuevo para mí) pero en el fondo sé que todo estará bien...
Ya me corté el pelo muy chiquito ahora sí... Y también fui a ver pelucas... Una en especial me gustó... Me dijeron que se pudo haber utilizado mi propio pelo para hacer una peluca, pero mejor que no fue así porque quitarme el pelo fue quitarme también una parte de mala vibra... Ideas que se me meten en la cabeza de vez en vez...
El pensamiento del día es que pudiera ver mi etapa de sanación como un embarazo: son unos meses que tendré náuseas, molestias. A veces estaré muy cansada y deberé de cuidarme más que nunca pero no es para siempre SON SOLO UNOS MESES (que en mi caso será menos de 9!!!!) y al final traeré una vida al mundo, que será mi propia vida, una vida SANA, llena de amor, afecto, bienestar, bondades, etc...
A casi dos años estoy aquí frente a ustedes con una sonrisa que sale desde mi alma mientras observo esa fotografía, la cual representa la vida a la que me refería traería al mundo. Esa imagen es un rompecabezas y cuyas piezas son cada una de las personas que me acompañaron durante mi proceso de sanación. Mis amigos, familiares, compañeros de quimio, enfermeras, mis doctores -a quienes agradezco especialmente su atención, consideración y maravilloso trato- mis hermanos, cuñados y sobrinos. Así como a mis papás a quienes nunca podré agradecerles todo su apoyo y dedicación.
Durante mi proceso de sanación después de todo no la pasé tan mal y sentí una obligación de transmitirle a la gente que pasa por algo similar que la puede pasar bastante tranquilo y también decirle a la gente que está alrededor de pacientes que su apoyo es vital para que las personas estén lo mejor posible.
Tal vez nosotros no escogemos enfermarnos sin embargo sí podemos escoger cómo queremos vivir cada momento.
Mi participación en Breast Friends es justo a lo que me refiero. Esta campaña representa lo que yo viví, con el apoyo de la gente que estuvo conmigo y mi fuerza y ganas de salir adelante.
Le agradezco a la fundación CIMA que me hayan invitado a participar en la campaña, a Roche que se preocupe por el bienestar de los pacientes pero sobre todo, le agradezco a Dios que me haya dado la oportundiad de poder llevar un mensaje de amor y esperanza.