Cada año al llegar el 31 de diciembre en lo único que pienso es en las 12 uvas que al final serán deseos para el año que comienza. Normalmente me hacen falta uvas porque tengo muchos deseos, sin embargo el fin de 2006 fue la excepción. Sonaban las campanadas y yo sin saber qué pedir, o desear. Así que me enfoqué en 4 deseos y los pedí 3 veces así completé mis doce uvas.
No pienso quedarme en la pasividad esperando que mis deseos se cumplan, haré todo lo posible para que se hagan realidad. Al mismo tiempo que los deseaba me comprometía a caminar hacia ellos, creo que ese es un punto muy importante el compromiso con nuestros anhelos. Normalmente nos quedamos sentados a la espera de que las cosas sucedan y no ponemos de nuestra parte para que eso pase.
La palabra clave para este 2007 es COMPROMISO y el más importante es el que hagamos con nosotros mismo porque será el motor que nos guíe hacia las cosas que realmente importan y también nos ayudará a no perder el foco, a no distraernos ni a darnos por vencidos con los obstáculos que pudieran presentarse.
Me siento tranquila, contenta y tengo mucha fe en que cosas buenas sucederán.
Mis mejores deseos para este año que acaba de comenzar
miércoles, 3 de enero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario